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LITERATURA              35




                     el matadero (fragmento)


              A pesar de que la mía es historia, no la         turbias aguas hasta el pie de las barrancas
              empezaré por el arca de Noé y la genealogía      del alto. El  Plata creciendo embravecido
              de sus ascendientes como acostumbraban           empujó esas aguas que venían buscando
              hacerlo     los   antiguos     historiadores     su cauce y las hizo correr hinchadas por
              españoles de América que deben ser               sobre campos, terraplenes, arboledas,
              nuestros prototipos. Temo muchas razones         caseríos, y extenderse como un lago
              para no seguir ese ejemplo, las que callo        inmenso por todas las bajas tierras. La
              por no ser difuso. Diré solamente que los        ciudad circunvalada del Norte al Este
              sucesos de mi narración, pasaban por             por una cintura de agua y barro, y al
              los años de Cristo de 183... Estábamos, a        Sud por un piélago blanquecino en cuya
              más, en cuaresma, época en que escasea           superficie flotaban a la ventura algunos
              la carne en Buenos Aires, porque la iglesia      barquichuelos y negreaban las chimeneas
              adoptando el precepto de Epitecto, sustine       y las copas de los árboles, echaba desde
              abstine  (sufre, abstente) ordena vigilia y      sus torres y barrancas atónitas miradas al
              abstinencia a los  estómagos de los fieles,      horizonte como implorando misericordia
              a  causa de que la carne es pecaminosa,          al Altísimo. Parecía el amago de un nuevo
              y,  como  dice el proverbio, busca a             diluvio. Los beatos y beatas gimoteaban
              la  carne.  Y  como  la  iglesia  tiene  ab      haciendo novenarios y continuas plegarias.
              initio  y por delegación directa de Dios el      Los predicadores atronaban el templo y
              imperio inmaterial sobre las conciencias         hacían  crujir  el  púlpito  a  puñetazos.  Es
              y  estómagos,  que  en  manera  alguna           el día del juicio, decían, el fin del mundo
              pertenecen al individuo, nada más justo y        está por venir. La cólera divina rebosando
              racional que vede lo malo.                       se derrama en inundación. ¡Ay de vosotros
                                                               pecadores! ¡Ay de vosotros unitarios impíos
              Los abastecedores, por otra parte, buenos        que os mofáis de la iglesia, de los santos, y
              federales, y por lo mismo buenos católicos,      no escucháis con veneración la palabra de
              sabiendo que el  pueblo de Buenos Aires          los ungidos del Señor! ¡Ay de vosotros si no
              atesora una docilidad singular para              imploráis misericordia al pie de los altares!
              someterse a toda especie de mandamiento,         Llegará la hora tremenda del vano crujir de
              solo traen en días cuaresmales al matadero,      dientes y de las frenéticas imprecaciones.
              los novillos necesarios para el sustento de      Vuestra   impiedad,     vuestras   herejías,
              los niños y  de los enfermos  dispensados        vuestras blasfemias, vuestros crímenes
              de la abstinencia por la Bula..., y no con el    horrendos, han traído sobre nuestra tierra
              ánimo de que se harten algunos herejotes,        las plagas del Señor. La justicia y el Dios
              que no faltan, dispuestos siempre a violar       de la Federación os declarará malditos.
              los mandamientos carnificinos de la
              iglesia, y a contaminar la sociedad con el               ¿Quieres
              mal ejemplo.                                            escuchar la               Cód. 6
                                                                       narración
              Sucedió, pues, en aquel tiempo, una lluvia              completa de
                                                                      este relato?
              muy  copiosa. Los caminos se anegaron;                 Hazlo en este
              los pantanos se pusieron a nado y las calles           video, donde
              de entrada y salida a la ciudad rebosaban              podrás admirar
              en acuoso barro. Una tremenda avenida se                también una
              precipitó de  repente por el  Riachuelo de              interesante             uqr.to/11av7
                                                                      animación.
              Barracas, y extendió majestuosamente sus
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